
Es una de las reliquias más veneradas por la cristiandad. Se tiene constancia de su existencia desde hace más 600 años, si bien su autenticidad es controvertida y ha dado lugar a intensos y apasionados debates. Estamos hablando de la Síndone de Turín, la Sábana Santa o el Santo Sudario, que de acuerdo con la tradición cristiana fue el envoltorio donde amortajaron el cuerpo de Jesucristo.
La Sábana Santa es una tela de lino que muestra la imagen en negativo fotográfico de un hombre que presenta marcas y traumas físicos propios de una crucifixión, junto a otros totalmente atípicos, pero acordes con los hechos relatados en la Pasión.
Actualmente, se encuentra en la Capilla real de la Catedral de San Juan Bautista, en Turín (Italia). El origen del sudario y sus imágenes es todavía fuente de intenso debate entre científicos, creyentes, historiadores y escritores.
Las evidencias y argumentos a favor de la autenticidad del sudario esgrimidos por los creyentes incluyen análisis materiales y textiles que fechan su origen en el siglo I, las propiedades inusuales e inexplicables de la imagen, que según algunos no pudo ser obtenida con ninguna técnica de formación de imágenes conocida antes del siglo XIX, por otra parte y en contraposición, se utilizan como argumentos en contra de su autenticidad una carta de un obispo medieval al Papa de Aviñón alegando conocimiento personal de que la imagen fue astutamente pintada para sacar dinero de los peregrinos, la datación radiométrica realizada en 1988, y los análisis químicos sobre las manchas de Walter McCrone.
A continuación, os presentamos los argumentos esgrimidos por creyentes y escépticos sobre la autenticidad o falsedad del Sudario
A continuación, os presentamos los argumentos esgrimidos por creyentes y escépticos sobre la autenticidad o falsedad del Sudario
Manchas de sangre
En la sábana se localizan varias manchas rojizas que asemejan sangre. El químico Walter McCrone las identificó como meros pigmentos e informó de que ninguno de sus exámenes de las muestras encontró presencia de sangre. Otros investigadores sin embargo identificaron sangre de tipo AB en las manchas. La tonalidad de rojo de estas supuestas manchas de sangre plantea serias dudas. Normalmente, las manchas de sangre se decoloran en relativamente poco tiempo hasta adquirir en su totalidad un tono parduzco, mientras que las del sudario abarcan del rojo puro al marrón habitual. Los defensores del sudario contestan que las manchas no provinieron de heridas abiertas, sino del líquido exudado por coágulos.
Además, en casos de traumas graves (como el del hombre del sudario), este líquido estaría compuesto por bilirrubina y hemoglobina oxidada, la cual permanecería por siempre roja.
Adler y John Heller hallaron bilirrubina y albúmina en las manchas. Sin embargo, se desconoce si las manchas se produjeron al mismo tiempo que la imagen, que tanto Adler como Heller atribuyen al envejecimiento prematuro del lino
Granos de polen
Los investigadores de la Universidad Hebrea de Jerusalén informaron de la presencia de granos de polen en las muestras, pertenecientes a especies primaverales de Palestina. No obstante, los investigadores Avinoam Danin y Uri Baruch trabajaron con muestras provistas por Max Frei, un criminólogo de la policía suiza que ya había sido censurado anteriormente por falsificar pruebas. Una revisión independiente descubrió que, de los 26 filamentos, uno contenía bastante más polen que los demás, por lo que podría existir manipulación.
Los investigadores israelíes también detectaron siluetas de distintas flores en la tela. Basándose en las especies identificadas, han sugerido que deben provenir del entorno de Jerusalén, en los meses de marzo o abril. En el área frontal, la que correspondería a la corona de espinas, hallaron vestigios de Gundelia tournefortii, que en el área de Jerusalén es exclusiva de este periodo del año.
La principal controversia: La prueba del carbono - 14
En 1988, la Santa Sede permitió a tres centros de investigación independientes realizar exámenes de radiocarbono sobre un trozo de una esquina del sudario. Tanto las Universidades de Oxford, como la de Arizona y el Instituto Federal de Tecnología de Suiza coincidieron en datar la tela entre los siglos XIII y XIV (1260-1390), aunque algunos análisis químicos recientemente publicados indican que la muestra utilizada pudiera no ser válida.
En condiciones típicas, la datación por radiocarbono es una ciencia muy precisa, y puede datar materiales de hasta 2000 años de antigüedad con un margen de error de un año. Sin embargo, no está exenta de errores. Se desarrolló principalmente para aplicarlo a objetos recién desenterrados y protegidos del contacto humano hasta el inicio del examen, lo que no sucede con la sábana.
Residuos bacterianos
Se han citado varios fenómenos que harían posible una datación errónea. Los partidarios de la formación milagrosa de la imagen señalan que el evento en sí de la resurrección podría haber trastocado la proporción de Carbono 14 en la tela de modo inusitado, pero los partidarios del uso de la ciencia como método de obtener respuestas opinan que si se recurre a una explicación milagrosa para explicar cualquier anomalía sobre lo descubierto, entonces es absurdo seguir recurriendo a la ciencia para investigar el Sudario, incluida la datación radiométrica, y solo es cuestión de fe creer que el Sudario sea auténtico, eso sí, sin ninguna explicación científica que avale dicha creencia. Otras explicaciones incluyen partículas de humo del incendio de 1532, y residuos bacterianos que los métodos del equipo de examinadores no habrían podido borrar.
Probablemente, el argumento más poderoso sea el de los residuos bacterianos, ya que hay varios ejemplos de textiles antiguos cuya datación resultó horriblemente inexacta, especialmente en los orígenes de la radiometría. El caso más notable se dio en 1970, cuando se dataron los huesos de una momia del Museo Británico unos 800–1000 años antes que su envoltura. Hay que tener en cuenta también que la esquina utilizada en la datación habría sido más manoseada que el resto de la tela, subiendo el riesgo de contaminación por bacterias y otros residuos. Las bacterias y sus desechos (bacterias muertas y subproductos) contienen carbono, lo que acercaría a nuestros días la fecha radiométrica.
Puede que nunca se pueda determinar con rigurosidad científica el origen histórico de la Sábana Santa. Sin embargo, este es un asunto que debe ser analizado mediante la fe, y que parte de una premisa tan sencilla como creer en el origen divino de las misteriosas manchas, o no creerlo. En la libertad y convicciones de cada individuo esta la respuesta.
Fuentes:
La Sábana Santa en la wiki:
http://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%A1bana_Santa
http://es.wikipedia.org/wiki/S%C3%A1bana_Santa
Página de divulgación sobre la Santa Sindone
http://www.sabanasanta.org/
http://www.sabanasanta.org/
2 comentarios:
Me ha gustado esta entrada.....Es un tema que desde siempre me ha parecido muy interesante.
Buen trabajo.
Gracias por el comentario! La autenticidad de la Sábana Santa es un tema que lleva siglos generando debates, y en el que se mezcla la ciencia y la fe. Ojalá la Santa Sede autorizase un nuevo análisis de un trozo del sudario no contaminado, para sacarnos de dudas.
Un saludo!
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