Durante la Guerra Fría se produjo un equilibrio de fuerzas entre el bloque comunista y el bloque occidental, que evitaba que ambos bandos decidiesen enzarzarse en una guerra contra el otro. Este equilibrio de fuerzas entre ambos contendientes se basaba fundamentalmente en el poder de la disuasión nuclear: cualquier país que decidiese iniciar acciones contra otro, debería soportar las catastróficas y apocalípticas consecuencias de su decisión. Este concepto tuvo su máxima expresión en el siniestro sistema desarrollado por la URSS, popularmente conocido como "La Mano muerta": un conjunto de ordenadores capaces de detectar un ataque nuclear en territorio soviétivo e iniciar de modo automático un bombardeo masivo en territorio norteamericano. Un último y definitivo ataque. Desde la tumba.
Tras la aparición de los misiles balísticos intercontinentales, los dirigentes soviéticos constataron con preocupación la posibilidad de recibir un ataque nuclear que dificilmente podría ser detectado y neutralizado. Ante esta situación, y la eventual posibilidad de que los principales centros de mando fuesen destruidos por el ataque, se decidió crear un sistema automatizado que garantizase la respuesta sin ningún tipo de intervención humana. Ello tenía dos ventajas, a juicio de los jerarcas comunistas: la innegable capacidad disuasoria del sistema, y la posibilidad de ordenar un ataque sin necesidad de que nadie tuviera que "presionar un botón", evitando así los lógicos conflicos morales y éticos de semejante decisión. Fuerza por fuerza. Destrucción por destrucción.
Los detalles de éste sistema son secretos, si bien tras la caida del Muro de Berlín y el fin de la era comunista, algunos antiguos políticos y militares rusos han revelado algunos de sus elementos. Los parámetros que la mano muerta emplea se basan en análisis de la atmósfera, niveles de radiación, luminosidad y ondas sísmicas, parámetros que se ven gravemente afectados ante una explosión nuclear. Otros funcionarios sin embargo han afirmado que el sistema funciona mediante un sistema de comunicación continua entre varios centros de operaciones: Si todas las comunicaciones fallan o se interrumpen, la Mano muerta se activa. Informaciones más recientes afirman sin embargo que el sistema no es completamente automático: estaría controlado por 3 oficiales de guardia que serían los que tomarían en última instancia la decisión, si finalmente se cortasen todas las comunicaciones con los mandos exteriores.
Los detalles de éste sistema son secretos, si bien tras la caida del Muro de Berlín y el fin de la era comunista, algunos antiguos políticos y militares rusos han revelado algunos de sus elementos. Los parámetros que la mano muerta emplea se basan en análisis de la atmósfera, niveles de radiación, luminosidad y ondas sísmicas, parámetros que se ven gravemente afectados ante una explosión nuclear. Otros funcionarios sin embargo han afirmado que el sistema funciona mediante un sistema de comunicación continua entre varios centros de operaciones: Si todas las comunicaciones fallan o se interrumpen, la Mano muerta se activa. Informaciones más recientes afirman sin embargo que el sistema no es completamente automático: estaría controlado por 3 oficiales de guardia que serían los que tomarían en última instancia la decisión, si finalmente se cortasen todas las comunicaciones con los mandos exteriores.
En un centro de mando como éste, sería desde donde los oficiales de guardia tendrían que decidir si activar la mano muerta en el supuesto de que perdieran la comunicación con el exterior. ¿Os podéis hacer una idea de la carga moral de semejante decisión?
Las consecuencias de la activación del sistema serían catastróficas: iniciaría un bombardeo estratégico de ojivas nucleares sobre objetivos previamente establecidos, tales como bases militares, núcleos de poder, grandes ciudades, centros industriales y financieros... es por ello por lo que al sistema de la mano muerta también se le conoce como la Máquina del Juicio Final.
Pero, ¿la mano muerta continua operativa? Tras el fin de la Guerra Fría, se procedió a desmantelar parte del arsenal atómico ruso, pero aún conservan una parte muy importante de él, y de hecho apoyan su política militar el mantenimiento del "Poder atómico". Las autoridades rusas guardan un silencio sepulcral sobre la existencia o inexistencia de la Mano muerta, lo que no ha hecho sino aumentar la especulaciones. Muchos reporteros y analistas consideran que la Máquina del Juicio Final continua activa, y de hecho muchos de ellos consideran que sus instalaciones se encuentran en las instalaciones de la enigmática montaña Yamantau, de la que hablamos en un post pasado. Rezemos por que nunca se active.
Al fondo podéis ver la inexpugnable montaña Yamantau, en los Urales, donde multitud de analistas consideran que las autoridades rusas mantienen su sistema de la Mano muerta.
Fuentes:
- En español, sólo he encontrado sobre la Mano muerta un pequeño documental de 3 minutos en youtube
- Artículo de la revista wired sobre la máquina del Juicio Final (en inglés)
- Y como siempre, el correspondiente artículo de la wiki (en inglés)
5 comentarios:
Estos rusos son muy peligrosos...
De todas las historias para contar en la cena que se han publicado sobre la URSS, ésta es sin dura la más siniestra! Un sistema semiautomático capaz de desatar el caos nuclear. Como diría Asterix, éstos rusos están muy locos...
Si la Mano Muerta fuera consciente de su existencia y se viera como un esclavo de los hombres (estilo SkyNet de Terminator) ¿sería nuestro fin verdad?
¡Qué mal rollo! Da miedo pensar que un fallo algún sistema informático o un pirado pudieran activar un mecanismo semejante. Cosas como esta me parecen una clara muestra del miedo y la paranoia que se vivieron durante la Guerra fría.
Una entrada excelente, como siempre.
Gracias por los comentarios!
No creo que de momento haya que preocuparse porque la mano muerta pueda tener conciencia de su realidad, jeje. Lo que si que es más preocupante es lo que dice Carla: Dar la posibilidad a unos pocos hombres que previsiblemente estarían completamente aislados de iniciar la guerra atómica...Menudo mundo nos ha tocado vivir
¡Un saludo!
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