
Es una de las reliquias más veneradas por la cristiandad. Se tiene constancia de su existencia desde hace más 600 años, si bien su autenticidad es controvertida y ha dado lugar a intensos y apasionados debates. Estamos hablando de la Síndone de Turín, la Sábana Santa o el Santo Sudario, que de acuerdo con la tradición cristiana fue el envoltorio donde amortajaron el cuerpo de Jesucristo.
La Sábana Santa es una tela de lino que muestra la imagen en negativo fotográfico de un hombre que presenta marcas y traumas físicos propios de una crucifixión, junto a otros totalmente atípicos, pero acordes con los hechos relatados en la Pasión.
Actualmente, se encuentra en la Capilla real de la Catedral de San Juan Bautista, en Turín (Italia). El origen del sudario y sus imágenes es todavía fuente de intenso debate entre científicos, creyentes, historiadores y escritores.
Las evidencias y argumentos a favor de la autenticidad del sudario esgrimidos por los creyentes incluyen análisis materiales y textiles que fechan su origen en el siglo I, las propiedades inusuales e inexplicables de la imagen, que según algunos no pudo ser obtenida con ninguna técnica de formación de imágenes conocida antes del siglo XIX, por otra parte y en contraposición, se utilizan como argumentos en contra de su autenticidad una carta de un obispo medieval al Papa de Aviñón alegando conocimiento personal de que la imagen fue astutamente pintada para sacar dinero de los peregrinos, la datación radiométrica realizada en 1988, y los análisis químicos sobre las manchas de Walter McCrone.